Cuando hablamos de éxito empresarial, son pocos los factores que contribuyen a ello en relación a la cultura.

Aunque a veces existe una gran dificultad para delimitar profesionalmente la noción de cultura en una empresa, consultores e investigadores la asocian ampliamente con el desempeño empresarial. 

Ciertamente, la cultura tiene varias dimensiones, que incluyen  prácticas, rituales, ceremonias, símbolos, valores, entre otros. 

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Es decir, la cultura de la empresa puede ser establecida por los padrões de pensamiento y comportamientos reconocidos y adoptados en la empresa.

Por ello, explicaremos más en profundidad cómo influye la cultura en la empresa y su importancia.

Valores… ¡quién eres y por qué haces lo que haces!

En lo que respecta, el corazón de la cultura radica en la cuestión de los valores fundamentales.

Definimos la cultura como quién te hace lo que eres, eso es lo que da sentido a las  creencias, colores, marcas e identifica quién eres.

La mayoría de las organizaciones suelen hablar de sus propios valores, los que ven como fundamentales, exponiendo en redes o incluso sitios propios, carteles, entre otros.  

El supuesto subyacente de que no cuentan es que estas cantidades son impuestas por la alta dirección y deben ser aceptadas por los miembros de la organización.

Sin embargo, en realidad los miembros del equipo vienen con diferentes concepciones y cosmovisiones, ya que son personas que vienen de diferentes partes con diferentes costumbres y hábitos.

En consecuencia, podemos decir que las organizaciones pueden ser consideradas lugares de diversidad cultural.

¿Retener a los empleados o dejarlos quedarse?

En una organización, administrar y retener a los empleados de alta producción puede ser un gran desafío para los responsables de la empresa.

Y cada vez se deja de lado más retención y hay más inversión en permanencia, ya no vale la pena retenerla.

En estos tiempos, debemos trabajar de tal manera que seamos proactivos. 

Cuando trabajamos con la estancia, se encuentra que se construye un confort y nido de bienestar para los empleados.

De esta manera, promovemos la felicidad organizacional y hacemos que los empleados elijan la organización.

Los modelos de retención han evolucionado con el tiempo de manera que nos convertimos en actores reactivos frente a las rotaciones, impidiéndonos mantener una buena estrategia cultural.

Actualmente el mercado es hipercompetitivo, los empleados esperan mucho más de las empresas que trabajan. Tus expectativas están ligadas a tus valores.

Cuando la organización busca cumplir con las expectativas creadas, las personas tienden a ser más leales y productivas. En consecuencia, la empresa tiene más resultados y su crecimiento está impulsado.

La cultura de la empresa es muy rentable

Sin duda, las empresas que tienen una cultura fuerte ven multiplicarse cada vez más sus ingresos.

Además, las empresas que están en la lista anual de Fortune, que expone las 100 mejores empresas para trabajar, obtienen los rendimientos anuales más altos.

Con sus rendimientos acumulándose hasta un 495% en lugar del 170% (Russell 3000) y el 156% (S&P 500).

Resulta que se trata del orgullo de decir “trabajo allí”. Este orgullo muestra alegría y deseo de estar en la organización.

Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué no nos importa la ilusión de nuestros trabajadores? El sentimiento de pertenencia a un lugar se trata de exaltar ese orgullo y mostrar tus valores.

De esta manera, sus trabajadores se sienten representados por la organización a la que sirven. 

La cultura demostró ser aún más fundamental durante la pandemia

Porque la mayoría de las pequeñas y grandes industrias han tenido un gran impacto de la pandemia.

Fue un momento para que las organizaciones vieran la forma en que expresan su cultura en actitudes de apoyo a las personas, creando formas de amortiguar los efectos de la pandemia.

Definitivamente nos conocimos en un momento delicado.

Forma equipo, crea un ambiente, entre otros. Los modelos descentralizados y en línea son muy caros.

Por lo tanto, reinventarse, ser transparente sobre los principios de sustentabilidad social que desea implementar en su organización.

Poniendo por encima de todo, estar cerca de tu gente, esta es la única herramienta que tenemos en nuestras manos para la contrición de una nueva cultura empresarial.

Los valores mejoran las empresas

Sabemos que para que una empresa tenga una cultura fuerte, es una construcción que demanda tiempo y no sucede de la noche a la mañana. 

En este sentido, el desarrollo de la cultura corporativa necesita un fuerte liderazgo y la participación de los grupos de interés (público estratégico).

Con un liderazgo fuerte, es necesario inspirar compromiso y comunicar los valores fundamentales de la empresa. Al brindar una comunicación eficiente, los líderes han percibido el pulso de sus empleados al valor que están imponiendo.

A su vez, la cultura define a las personas y el trabajo que se realiza cada día, como catapultar a las organizaciones de una manera que crece y enfrenta nuevos desafíos. 

Sin cultura y valores, no hay forma de que un modelo de negocio funcione.

El modelo no se trata exclusivamente de operaciones de vendas, sino de cómo se logran estas ventas y se realizan las operaciones.

Incluso puede cerrar una operación importante, pero si no hay marca de agua, una identidad propia no la hace interesante.

Por lo tanto, los valores se definen como la forma en que haces las cosas.

La cultura de la empresa no son solo palabras

Los valores de las organizaciones también deben guiar a una empresa a esforzarse por lograr mejoras.

Significa que cuando practicamos ciertos valores, debemos observar cómo las empresas ven sus relaciones con los grupos de interés, incluidos los empleados, los clientes, la sociedad en general.

Ciertamente, los valores de la empresa no son solo palabras para creer, sino para poner en práctica. 

Cuando los valores están arraigados dentro de la empresa, ellos, a su vez, llevan el “ADN” de la empresa, funcionando como una poderosa fuerza de cambio constante.

En lugar de recurrir a consultores que buscan valores específicos, busque quién está dentro de la corporación, incorpore las diversas perspectivas reportadas por sus empleados.

Conclusion

Por lo tanto, hasta ahora hemos aprendido mucho de la importancia de la cultura en el ámbito profesional.

Es asombroso pensar que este aspecto, que nos hace estar conectados con nuestros hábitos, religión, formas de hablar y llevar la vida, también están relacionados con cómo nos comportamos dentro del mercado laboral y cómo revela el diferencial de una empresa.

Ciertamente, la cultura puede ser una gran barrera para el cambio. Sin embargo, es necesario entender que los valores evolucionan constantemente, siendo insostenible no adaptarlos.

Con una comunicación constante, será fácil fortalecer los fundamentos culturales a medida que volvamos al modelo actual.

Esperamos que este artículo te haya servido y que amplíe tu visión cultural. 

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