Como muchos ya saben, la economía mexicana se encuentra actualmente en una fase de recuperación gradual.
Esto se debe a que en 2025 baja ligeramente hasta el 1,2% con una previsión de aumento en 2026 hasta el 1,6% según el informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Algunos de los factores que impulsan su crecimiento son la política monetaria ahora más adaptable y la caída de la inflación.
Como dice el propio informe, un crecimiento económico moderado pesa sobre la reducción de las presiones inflacionarias, que probablemente serán responsables del consumo y de una caída de los tipos de interés.
Por lo tanto, aunque haya un ajuste fiscal en 2025, es necesario estimular las inversiones.
¿Qué está impulsando la recuperación de la economía mexicana?
Bueno, varios factores contribuyen a la recuperación económica de México, uno de ellos es el aumento de las exportaciones, para ser más específicos, especialmente a Estados Unidos.
El crecimiento de la inversión extranjera puede considerarse uno de los impulsores más fuertes para que la economía mejore en 2025.
Del otro lado tenemos también la manufactura, que también destaca en el sector automotriz como un pilar indispensable en la economía mexicana
El acuerdo T-MEC también es prometedor y juega un papel importante al ofrecer al país una plataforma comercial estable.
Se espera que en 2025 la política fiscal junto con las reformas estructurales que se han incluido en los últimos años ofrezcan un importante impulso adicional.
¿Qué puede obstaculizar la recuperación?
Si bien hay avances, algunos factores podrían frenar ese progreso económico en 2025, lo que no sería un freno muy positivo en el momento actual.
Uno de los mayores desafíos es la incertidumbre global, más específicamente las posibilidades de que se produzcan recesiones en países que se consideran claves o cambios en los precios internacionales del petróleo.
También existen algunas tensiones internas que pueden afectar la relación con el consumidor, como la corrupción y la inseguridad.
Y por más valiosas que sean las exportaciones a Estados Unidos, esta dependencia crea muchos riesgos para la economía mexicana no solo en 2025 sino también en los próximos años.
Por último, pero no menos importante, la inflación y los problemas laborales también podrían ser un obstáculo para la recuperación de México.
¿Cuáles son sus sugerencias de políticas?
Para garantizar que el crecimiento económico sea sostenible, los expertos están enviando algunas sugerencias, como que México continúe con la diversificación económica.
Esto permite reducir la dependencia de algunos sectores específicos, como la manufactura y el petróleo.
Las inversiones en educación y formación de profesionales serán un punto clave para que la competitividad y la innovación sean cada vez mejores.
También se recomienda fortalecer la lucha contra la corrupción, tanto por el bienestar de los ciudadanos mexicanos como también para recuperar la confianza de los inversionistas.
Y vale la pena recordar que impulsar la infraestructura junto con el apoyo a las pequeñas y medianas empresas puede contribuir positivamente a un crecimiento equilibrado e inclusivo.
¿Qué pueden esperar los consumidores?
Gracias al moderado control de la inflación y al aumento gradual de los salarios, los consumidores pueden esperar un año con mayor estabilidad económica.
Sin embargo, algunos productos esenciales pueden aún estar un poco más salados de lo que nos gustaría, lo que puede generar preocupación.
También pueden ocurrir algunos cambios en el mercado inmobiliario y en el acceso al crédito, que pueden mejorar las posibilidades de quienes quieran realizar inversiones o compras.
Desafortunadamente, con la incertidumbre global y toda esta política interna, el poder adquisitivo de algunas familias podría verse afectado en 2025 en México.
¿Qué pasa con los inversores?
Aun así, con todos los problemas económicos que enfrenta, México sigue siendo atractivo para miles de inversionistas, especialmente después de su acercamiento con Estados Unidos.
Una combinación de apertura a la inversión extranjera y estabilidad política y económica crea una relación favorable para aplicaciones a largo plazo.
Sin embargo, es importante que los inversores sean conscientes de los riesgos que plantea la inflación y los posibles cambios políticos.
Conclusión de la economía mexicana
México aún se encuentra en un momento importante y decisivo de su ciclo económico, pero sus perspectivas son buenas para 2025.
Y aunque todavía existen riesgos, esta recuperación dependerá enteramente del gobierno y de su capacidad para implementar las políticas correctas y reducir lo que podría obstaculizar este progreso.
Como hemos demostrado, es sumamente importante que todos los consumidores e inversores se mantengan alerta ante cualquier tipo de cambio para evitar posibles riesgos y al mismo tiempo aprovechar las oportunidades.