Tengas ingresos fijos o no, un fondo de emergencia es extremadamente importante. Es lo que garantizará tu bienestar en caso de una falta de dinero inesperada.
Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿por dónde empezar a hacer un fondo de emergencia? Bueno, aquí estamos nosotros para darte una mano.
Te guiaremos con un paso a paso sobre cómo crear tu propio fondo de emergencia y sentirte más aliviado en caso de que algo inesperado te afecte.
¿Qué es un fondo de emergencia?
Puede parecer obvio para algunos, pero no tanto para otros. Un fondo de emergencia es un dinero extra ahorrado que tienes reservado para momentos de crisis.
¿Conoces esas situaciones en las que te enfermas y no puedes seguir trabajando, algún familiar necesita dinero o incluso te despiden de tu trabajo?
Tener un fondo para esos momentos es muy importante. Te ayuda a no quedarte desamparado y sin saber qué hacer.
Por lo tanto, un fondo de emergencia es básicamente un ahorro que reservas para casos de necesidad extrema.
¿Por dónde empezar a crear mi fondo de emergencia?
El primer paso ya lo diste, que es leer este artículo. Ahora, el segundo paso es seguir leyendo para conocer el resto de las recomendaciones y consejos que tenemos para ti.
Vamos a detallar, paso a paso, lo que necesitas y debes hacer para construir tu fondo de emergencia. Veámoslo.
Primero, calcula tus gastos mensuales
Lo más importante de todo, antes de pensar en cualquier ahorro o fondo, es saber cuánto gastas al mes. ¿Pero por qué? ¡Es simple!
El fondo de emergencia no es más que una reserva basada en tus gastos mensuales. Normalmente, las personas ahorran un monto que cubra de tres a seis meses de sus gastos.
Esto significa que si gastas $3,000 al mes, deberías ahorrar entre $9,000 y $18,000. Por supuesto, no hay una regla estricta para esto. Todo depende de lo que consideres adecuado para ti.
Por lo tanto, lo más justo es calcular tus gastos mensuales esenciales y determinar cuánto necesitarías tener en tu fondo de emergencia. No olvides definir cuánto tiempo deseas que esta reserva cubra tus necesidades.
Establece una meta
Gastar todos los meses es sencillo, pero ahorrar es mucho más difícil. Seamos honestos, no es fácil renunciar al dinero que se gasta en cosas superficiales del día a día.
Sin embargo, es un sacrificio necesario si deseas tener un fondo de emergencia sólido.
No es necesario eliminar todos los gastos innecesarios, pero al menos aquellos que menos extrañarás, para que así sobre algo de dinero para tu fondo de emergencia.
Aquí es donde debes establecer una meta. Al revisar todos tus gastos, preferiblemente creando un presupuesto personal, podrás ver cuánto te queda al final del mes.
Con ese sobrante, define una meta de cuánto quieres ahorrar cada mes. Y esa meta, sí, formará parte de tu fondo de emergencia.
Elige una forma de inversión
Dejar el dinero inactivo es una opción, pero no es la más inteligente. Si realmente deseas que ese dinero genere rendimientos, es importante invertirlo.
Ya sea en una cuenta de ahorros o en otros instrumentos de inversión, lo importante es que no esté simplemente parado en tu cuenta.
¿Has oído esa frase que dice “el dinero genera más dinero”? Cuando inviertes tu dinero, este comenzará a generar rendimientos adicionales.
Al momento de invertir, asegúrate de elegir una opción que no bloquee tu dinero, porque nunca sabes cuándo podrías necesitarlo.
Intenta automatizar el proceso
Lo que muchas personas no saben es que el proceso de ahorro puede automatizarse para facilitar las cosas.
Puedes tener una cuenta separada en la que programes transferencias mensuales del monto necesario para tu fondo de emergencia.
De esta manera, nunca olvidarás enviar ese dinero extra a la reserva.
Reevalúa tu reservas periódicamente
Nuestro estilo de vida cambia con el tiempo, ya sea porque subimos de nivel económico o, a veces, lo contrario. Por eso, es importante reevaluar tu fondo de emergencia.
Cada tres meses, intenta hacer esta reevaluación para ver si puedes aportar más dinero, reducirlo, o hacer los ajustes que sean necesarios.
Con estas reevaluaciones, siempre tendrás tu fondo de emergencia actualizado y evitarás problemas en el futuro.
Evita a toda costa usar tu reserva de emergencia
El propio nombre lo indica: es una reserva de emergencia, y no debe utilizarse en cosas innecesarias.
Solo debes usar este dinero para gastos urgentes e imprevistos, no para los gastos cotidianos.
Si usas frecuentemente tu reserva, podrías arruinar todo el plan que has hecho desde el principio. Y cuando realmente necesites el dinero, no lo tendrás.
Si el gasto es verdaderamente emergencial, adelante, no dudes en usarlo. Pero si no lo es, trata de resistir al máximo.
Tranquilo, no es de la noche a la mañana
Un aviso importante: debes mantener la calma. Un fondo de emergencia no se construye de la noche a la mañana.
Es un trabajo de muchos meses, ¡a veces incluso años! Lo importante es que, cuanto antes comiences, más pronto tendrás tu reserva completa.
Y no importa si alcanzas el monto deseado en tu reserva financiera, ahorrar siempre es beneficioso, por lo que no necesitas detenerte cuando llegues a esa cifra.
Conclusión
Como pudiste ver, con calma y paciencia puedes construir un fondo de emergencia.
Sin embargo, esto requiere un buen análisis y tranquilidad en lo que respecta a tus finanzas. Siempre recomendamos el uso de hojas de cálculo para mantenerte organizado.
No tengas miedo, ¡lograrás que tu fondo de emergencia funcione! Buena suerte.